Timmy es un niño que vive muy feliz con sus padres, en una
gran casa y en un barrio lleno de amigos. El domingo, como cada semana, se iban
al campo a pasar el día, jugaban a la pelota, montaban las mesas, preparaban la
comida, y su padre le montaba siempre un columpio.
Después de comer,
como era costumbre, lo guardaban todo y se iban a dar un paseo. Cogían palos
para apoyarse mientras andaban, se paraban para ver las flores que les parecían
más raras… pero ese día a su papá se le ocurrió una gran idea, coger ramitas y
hacer una gran cabaña.
A Timmy le pareció una buenísima idea y fue el primero en
empezar a recoger ramas para dárselas a su papa y así montar su gran cabaña.
Entre Timmy y su mamá recogieron tantas ramas, que enseguida terminaron de
fabricarla, así que cogieron mantas y se metieron dentro para merendar.
Mientras se comía la merienda, Timmy escuchó un sonido que
venía de fuera de la cabaña así que decidió salir a investigar de qué se
trataba. Al verlo se quedó con la boca abierta, era un nido de pájaros que se
había caído al suelo y dentro tenía un pajarito muy pequeño.
Junto con sus padres, intentaron encontrar a la mamá del
pajarito pero viendo que no aparecía, su mamá le dijo que podía llevarlo a casa
y así juntos lo cuidarían. Timmy se puso muy contento y, corriendo, fue a buscar
una cajita para meter al pequeño pajarito y así poder llevarlo a casa.
Su mamá le enseñó cómo tenía que darle de comer, y su papá le ayudó a construir una casita de madera para su nuevo amigo, al cual llamó
Pepito. Cada día se iba a clase y estaba impaciente por volver a casa para ver
cómo estaba Pepito, y siempre le dejaba a sus papás una nota con todo lo que
tenían que hacer mientras él no estuviera en casa.
Lo cuidó tan bien, que el pajarito creció muy rápido, poco a
poco le salieron las plumitas, y un día su papá le dijo:
-
Pepito, ¿que te parece si le enseñamos a volar?
Así que salieron al jardín y con mucha insistencia Pepito
aprendió a volar, aunque a Timmy le parecía que no le gustaba mucho volar,
porque lo que Pepito prefería era estar en el hombro de Timmy.
Pero un día, mientras jugaban a la pelota en el jardín,
Pepito se fue volando de un lado a otro, y Timmy se preocupó tanto de perder a
su pajarito que no volvió a sacarlo más a la calle.
Sus papás, que sabían que Pepito era un pájaro y quería
volar libre, decidieron sentarse con Timmy, y le dijeron:
-
Timmy, sabes que Pepito es un pájaro, y los
pájaros tienen que estar libres en los árboles. Si no dejamos que Pepito se
vaya, se pondrá cada vez más triste.
Así Timmy, decidió soltar a Pepito para que fuese a donde
quisiese, dejando siempre la ventana abierta para cuando quisiera volver.
Fin
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